Muy de mañana, Josué y todos los israelitas partieron de Sitín y se dirigieron hacia el río Jordán; pero antes de cruzarlo, acamparon a sus orillas. 2 Al cabo de tres días, los jefes del pueblo recorrieron todo el campamento 3 con la siguiente orden: “Cuando vean el arca del pacto del Señor su Dios, y a los sacerdotes levitas que la llevan, abandonen sus puestos y pónganse en marcha detrás de ella. 4 Así sabrán por dónde ir, pues nunca antes han pasado por ese camino. Deberán, sin embargo, mantener como un kilómetro de distancia entre ustedes y el arca; no se acerquen a ella." 5 Josué le ordenó al pueblo: “Purifíquense, porque mañana el Señor va a realizar grandes prodigios entre ustedes." 6 Y a los sacerdotes les dijo: “Carguen el arca del pacto y pónganse al frente del pueblo." Los sacerdotes obedecieron y se pusieron al frente del pueblo. 7 Luego el Señor le dijo a Josué: “Este día comenzaré a engrandecerte ante el pueblo de Israel. Así sabrán que estoy contigo como estuve con Moisés. 8 Dales la siguiente orden a los sacerdotes que llevan el arca del pacto: Cuando lleguen a la orilla del Jordán, deténganse. " 9 Entonces Josué les dijo a los israelitas: “Acérquense y escuchen lo que Dios el Señor tiene que decirles." 10 Y añadió: "Ahora sabrán que el Dios viviente está en medio de ustedes, y que de seguro expulsará a los cananeos, los hititas, los heveos, los ferezeos, los gergeseos, los amorreos y los jebuseos. 11 El arca del pacto, que pertenece al Soberano de toda la tierra, cruzará el Jordán al frente de ustedes. 12 Ahora, pues, elijan doce hombres, uno por cada tribu de Israel. 13 Tan pronto como los sacerdotes que llevan el arca del Señor, soberano de toda la tierra, pongan pie en el Jordán, las aguas dejarán de correr y se detendrán formando un muro." 14 Cuando el pueblo levantó el campamento para cruzar el Jordán, los sacerdotes que llevaban el arca del pacto marcharon al frente de todos. 15 Ahora bien, las aguas del Jordán se desbordan en el tiempo de la cosecha. A pesar de eso, tan pronto como los pies de los sacerdotes que portaban el arca tocaron las aguas, 16 estas dejaron de fluir y formaron un muro que se veía a la distancia, más o menos a la altura del pueblo de Adán, junto a la fortaleza de Saretán. A la vez, dejaron de correr las aguas que fluían en el mar del Arabá, es decir, el Mar Muerto, y así el pueblo pudo cruzar hasta quedar frente a Jericó. 17 Por su parte, los sacerdotes que portaban el arca del pacto del Señor permanecieron de pie en terreno seco, en medio del Jordán, mientras todo el pueblo de Israel terminaba de cruzar el río por el cauce totalmente seco.
Antes de aprender las lecciones que nos deja el cruce del Jordán, debes conocer algunas de sus características.
El río tiene su inicio en la frontera septentrional (Norte) de
Palestina en los lados del monte Hermón, y 150 millas (93 kilómetros
aproximadamente) al Sur, el río termina en el Mar Muerto, también llamado el
mar de la sal. Entre estos dos puntos, el mar de Galilea es una señal
excepcional a través del cual fluye el río Jordán. Hay también ciertas
características físicas del agua en sí misma. Pues el pequeño río nace en las
alturas del monte Hermón, es dulce, puro y continúa recorriendo su camino tan
lejos hacia el mar de Galilea. Inmediatamente al salir de Galilea comienza a
recorrer las cuestas, la sal que arrastra de los bancos y la cama del río son
llevados hacia el Mar Muerto o Mar de la Sal que se contamina hasta tal punto
que ninguna vida existe allí. Se estima que cada año 850,000 toneladas de sal
son añadidas al Mar Muerto por las aguas del río Jordán. Además, vemos la
pendiente rápida del río desde lo alto en las montañas de Palestina
septentrional, a lo largo de su longitud de 150 millas (93 kilómetros
aproximadamente), pues tiene una profundidad de 1,300 pies bajo el nivel del
mar en el Mar Muerto. Esto explica porque al río Jordán se le ha dado ese
nombre, porque significa “el que desciende”.
Nota: Para el pueblo de Israél y para nosotros, el cruce del Jordán representa el paso a la tierra prometida. Una vida llena de muchos aprendisajes y de grandes conquistas.
Comparto contigo nueve frases claves de enseñanza que nos deja el cruce del río Jordan.
1. “Muy de Mañana”. Para buscar las bendiciones de Dios debemos comenzar temprano y no
tarde. Siempre debe haber un comienzo y levantarse temprano significa buscar
oportunamente a Dios, estar dispuestos y listos.
2. “Acamparon a sus
orillas”. El atravesar el Jordán significaba el paso de
una tierra de sinsabores a una tierra de abundancia y felicidad, pero no hay
que apresurarse. Debemos mantenernos en la presencia de Dios “acampando”
estacionándonos en él para esperar sus instrucciones. Aquí es donde se pone en
práctica la oración, el ayuno, el estudio de la Palabra. Debemos conocer a Dios
a través de estas prácticas para permitir que nuestro ser y nuestro corazón
este dispuesto a escuchar y seguir sus instrucciones.
3. “Después de tres
días….” indica el momento preciso, el momento oportuno
cuando ya estamos listos y descansados en Dios.
4. Cuando vean el Arca
de Dios. Cuando vemos y reconocemos la presencia de Dios
en nuestra vida, es sinónimo que algo grande va a ocurrir.
5. “Pónganse en marcha
detrás de ella”. Así
sabrán por dónde ir, pues nunca antes
han pasado por ese camino. Debemos permitir que Dios actué en nuestras vidas,
no podemos ir por la vida delante de Dios, porque el fracaso es seguro. La vida
sin Dios es una vida de amarguras, quebrantos y de fracasos. Pero si permitimos
que el vaya delante de nosotros el éxito está asegurado. La atención y
obediencia a Dios se debe dar siempre,
especialmente cuando estamos por emprender caminos “que no conocemos”.
6. “Deberán, sin embargo,
mantener como un kilómetro de distancia entre ustedes y el arca; no se acerquen a ella”. En todo tiempo
debemos mantener la distancia con Dios, es decir el respeto y la admiración.
Hay personas que se creen como dioses, o irrespetan a Dios con insultos,
desobediencias y maltratos. Desprecian a Dios. Cuidado con las enseñanzas de
hacer tratos con Dios, quienes somos nosotros para ponerle condiciones a Dios.
7. “Purifíquense, porque mañana el Señor va a realizar grandes
prodigios entre ustedes”. Para recibir las
bendiciones y los favores de Dios debemos estar a cuentas con él. No podemos
estar en pecado y queriendo recibir los favores de él. Debemos mostrar
arrepentimiento y pedir perdón.
8. “Carguen el arca
del pacto y pónganse al frente del pueblo”.
Los líderes espirituales son necesarios. La iglesia o rebaño de Dios es tan
numeroso y tan diverso que necesita de muchos pastores que los guíen. Esto
también es un llamado a los líderes y dirigentes del pueblo, de la comunidad,
de la iglesia. Se refiere a aquellos sacerdotes, pastores y toda persona que
Dios ha escogido y levantado como líder para conducir un rebaño. El levantar el
arca de Dios y ponerse frente al pueblo es símbolo de autoridad espiritual ante
los demás, pero también un símbolo de humildad y obediencia ante Dios, porque
el arca debe estar arriba y no abajo. El líder debe aprender a darle la honra y
la gloria a Dios en todo y con todo.
9. “Tan pronto como
los sacerdotes que llevan el arca del Señor,
soberano de toda la tierra,
pongan pie en el Jordán, las
aguas dejarán de correr y se detendrán formando un muro”. Cuando la presencia de Dios se encuentra en el hogar, en el trabajo,
en la familia, las aguas turbulentas que representan los problemas, las
persecuciones y las asechanzas del enemigo, se detienen, y muchas veces esas
mismas situaciones negativas se vuelven a favor nuestro y vergüenza para los
que quieren vernos atrapados y derrotados.
Autor: Mario Gutiérrez
Autor: Mario Gutiérrez
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