Un hombre como cualquier otro


Recientemente escuché esta pequeña reflexión:

¿Alguna vez has preguntado a un hombre como se siente y te dice: estoy bien...?  Pues en verdad te digo que ese hombre, no esta bien. Ese hombre esta luchando batallas contra sus demonios internos como no te puedes imaginar. 

Ese hombre se despierta día con día, tratando de encontrar una sola razón para seguir en pie. Y sabes porqué, porque como hombres pensamos que realmente a nadie le importa como nos sentimos...

¿Te sientes identificado? Bueno, a lo mejor si. 

Hay un dicho popular que dice "Caras vemos, corazones no sabemos". Se refiere a que podemos ver los rostros de las personas, pero no sabemos como se encuentran su corazón y su alma. A lo mejor están agobiadas pasando por pruebas muy difíciles que mantienen quebrantado su espíritu. Enfermedades, problemas financieros, rupturas de relaciones, fallecimiento de seres queridos, situaciones difíciles con familiares cercanos, vicios... los problemas pueden ser variados. Todo esto puede llevar a cualquier persona a sentirse desanimada, deprimida y muchas veces sin ganas de seguir existiendo.

Este mundo suele ser frio y muy cruel. Hay personas que pasan por la vidas de los demás sin detenerse, sin interesarse, sin preocuparse. La gente te mira y no sabe tan siquiera cosas básicas, como si dormiste o si comiste. En estos tiempos que vivimos  la vida suele ser muy exigente y muy rápida y pobre de aquel que no tiene una mano amiga que lo ayude a levantarse cuando está caído o por lo menos que esté dispuesto a tan siquiera escucharte. El egoísmo de las personas les impide ver mas allá.  Yo se que cada quien tiene sus propias luchas que librar, pero eso no significa que no puedan interesarse en ayudar a los demás. ¿A caso no se han dado cuenta que son compañeros de batalla, que están en el mismo terreno y que lo que hagan por aquellos podría ser de beneficio para ellos mismos? Todos y cada uno estamos viviendo al mismo tiempo, en el mismo mundo, ya ni se diga en un mismo país, en un mismo trabajo, en una misma relación. ¿No te has dado cuenta que aquel que tienes frente a ti tiene situaciones diarias que vivir? Si no te has dado cuenta, será porque nunca te interesaste, solo te preocupas por resolver tus propios problemas. Después no te quejes ni juzgues a  esa persona si decide alejarse algún día de tu vida. 

Leí hace poco esta reflexión:  "Hay gente que no te dice que te extraña porque prefiere no molestar, pero revisa tus estados, mira tus fotos. También hay gente que no te dice que te quiere, porque les cuesta, pero se preocupan, te escuchan, te cuidan y eso también es decirlo. Hay gente que no dice pero siente". A lo mejor estas personas no se pueden expresar, pero de alguna manera demuestran el interés por ti, lo notarás porque les importas. Pero cuando esto no es así,  es mejor regalar tu ausencia a aquellos que aparentan estar a la par tuya pero nunca han estado presentes en tu vida.

La vida te pone retos pero también te da oportunidades para superarlos. Si, la vida te da ese chance para ser mejor cada día. Te da la oportunidad de amar y ser feliz. Te manda personas que están necesitadas  para que las ames, las  cuides y las protejas. Pero también te manda personas para que te amen, te cuiden y te protejan, compartiendo contigo su amor y su felicidad.

Cuando comprendas todo esto, serás una mejor persona. Descubrirás  lo que el apóstol Pablo dijo que hay mayor alegría en dar que en recibir (Hechos de Los Apóstoles, 20, 35). Si ello sucede y espero que si,  podrás decir con toda seguridad "Estoy en el punto de mi vida en que solo quiero estar en paz con migo mismo. Ya amé, ya sufrí, ya lloré y hasta perdoné, ahora me toca ser feliz"