Un día eras joven y al otro...


Reflexionando un día de estos, pensé acerca de la vida y cómo sus pasos firmes y seguros pasan delante de nosotros sin  tan siquiera percibirlos, al menos de manera consciente. 

Un día como cualquier otro, despiertas, te miras en el espejo y te das cuenta que la juvenil y saludable persona que creías ser, a ido desapareciendo, desvaneciéndose con el pasar de los años. El gris plata de las canas comienza a poblar el negro de tu cabello. La abundancia del mismo que solías tener está dejando ver tu cabeza desolada, cual tierra abandonada. La piel de tu cara ha perdido su tonicidad y firmeza, mientras que las agresivas y profundas arrugas van conquistando cada vez tu rostro. 

El pasar del tiempo ha logrado hacer lo que un día jamás pensaste, envejecer! Un día fuiste joven y al otro día te cuesta levantarte, un día no había platillo al que resistieras y al otro día ya no toleras la comida condimentada, ni las carnes rojas, tienes problemas con tu colon e intolerancia a la lactosa. Un día eras joven y al otro día te fallan las rodillas, ya no trotas como antes, el rápido caminar desaparece y te vuelves mas lento. Tu mente quizá aun sea ágil para pensar, pero tus reflejos tardan en reaccionar.

El tiempo pasa factura de aquellas noches de desenfreno, tertulias y festejos hasta largas horas de la noche y ver el amanecer. No hay marcha atrás. La vida pasa y no se detiene. 

Si estás entrando en esta etapa de la vida, creo que ha llegado el momento de hacer un alto en el camino, detenerte por unos instantes y reflexionar acerca de lo que tu vida es hoy. Es tiempo de mirar atrás y verificar si aquellos objetivos de vida que un día te propusiste, han sido alcanzados. Si los lograste, puedes sentirte satisfecho y orgulloso y da gracias por ello. Si no, es necesario de retomarlos de acuerdo a tu realidad y encaminarte a realizarlos.

Mira que quizá el tiempo que te quede, sea poco, al menos seguró es que está contado. Apresúrate y acelera el paso y conquista aquello de valor que dejaste a un lado del camino, que descuidaste por satisfacer tus necesidades personales. Si nunca abrazaste a tus hijos y les dijiste que los amabas, hoy es un buen tiempo para comenzar, aunque estos te vean raro. Si hay personas a las que dañaste sin querer o con intensión, pide perdón. Si crees que es al revés, entonces perdona. Hoy es el momento justo y oportuno para abrazar, para orar, para amar, para disfrutar del amanecer, percibir el calor del sol y admirar la luna en todo su resplandor. Ama, ríe canta, baila, llora, abraza, viaja, conoce, descubre, aprecia...

Mira lo hermoso que es vivir, muchos ya no tuvieron esa oportunidad. Creo que esa es suficiente razón para animarte a hacer aquello en lo que estás en deuda. Mañana quizá sea tarde. Tan solo recuerda, que un día fuieste joven y el otro ya no.

dedicado a aquellos que como yo aún podemos respirar.

A la memoria de Alex Adonay Portillo (Cusuco) , Francisco Marin (Pancho) y Misaél Castellón (Coca), nuestros queridos hermanos y amigos.