Dice Jesús: "Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán” Mat. 7:15-20
Hoy en día hay muchos que se autoproclaman “siervos de Dios”. Establecen iglesias, fundan congregaciones, piden que se les invite a participar en grupos de crecimiento y de oración solamente para “adueñarse” de ellos, todo con el ánimo de aprovecharse de la “ingenuidad” de las personas y sacar provecho para sí mismos. Entonces, ¿cómo evidenciarlos? En el libro del profeta Ezequiel encontramos los siguiente:
“El Señor me dirigió la palabra: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: ¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que tan sólo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a la merced de las fieras salvajes” Eze. 34:1-5
El siervo verdadero y aprobado por Dios tendrá esta actitud y características:
“Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: ¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora sólo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía" Apo. 19:10
“Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse”. 2Ti. 2:24
“¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo” Gál. 1:10
“Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió” Jn. 13:16
Pidamos al Señor que mande siervos fieles, sabios y buenos para apacentar el rebaño, porque somos un pueblo numeroso y difícil de llevar.
“Dichoso el siervo cuyo señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber” Lc.12:43
Que el Dios te bendiga abundantemente.
Autor: Mario Gutierrez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios.