Recientemente tuve la oportunidad de volver a escuchar la reconocida canción “Digan lo que Digan” la cual fue interpretada por primera vez en 1968 por el cantante español Raphael, cuya letra es autoría del cantante y compositor de origen también español, Manuel Alejandro.
Aquí la letra de la canción:
Más dicha que dolor hay en el mundo
más flores en la tierra que rocas en el mar
hay mucho más azul que nubes negras,
y es mucha más la luz que la oscuridad.
Digan lo que digan, digan lo que digan, digan lo que digan, los demás!
Son muchos, muchos más los que perdonan
que aquellos que pretenden a todo condenar.
La gente quiere paz y se enamora
y adora lo que es bello nada más.
Digan lo que digan, digan lo que digan, digan lo que digan, los demás!
Hay mucho, mucho más amor que odio.
Más besos y caricias que mala voluntad.
Los hombres tienen fe en la otra vida
y luchan por el bien, no por el mal.
Digan lo que digan, digan lo que digan, digan lo que digan, los demás!
Han pasado 47 años desde que se estrenó esta canción y si hago una comparación de lo que su letra dice con la situación que vive nuestro mundo, me lleno de asombro y pienso: - En tan solo cuatro décadas la humanidad se ha degradado notablemente. Pareciera que hoy en día es más el dolor que la dicha, que son menos los que perdonan y más los que esclavizan, que hay más odio que amor y que la mala voluntad sobrepasa al amor y a las caricias. Pareciera que los hombres han perdido la fe y la esperanza, y que el mal triunfa sobre el bien-. Pero me niego a pensar que esto es así. Quiero en verdad creer que somos muchos más los que deseamos la paz, que somos más los que nos enamoramos y adoramos lo que es bello. Quiero pensar que somos más lo que valoramos la vida que la muerte. Pienso que en este mundo en que vivimos se aplica la famosa ley de Pareto: “El 20% de las personas no tienen fe y causan el 80% de la desesperanza”.
Amados hermanos ya es tiempo que despertemos del letargo que nos tiene esclavizados y sumergidos. Ya no seamos cristianos inertes. Como verdaderos hijos de Dios debemos actuar. El mundo está necesitado de amor. A las personas les hace falta una dosis de paz. Seamos pues imitadores de la persona de Cristo, quien vino a amar y no a odiar, quien vino a perdonar y no a condenar.
Ya es tiempo de abrir nuestras puertas y salir de la oscuridad a la luz. Ya es tiempo de comenzar a demostrar amor no importando que te critiquen los demás, aunque la ley y los parámetros del mundo en que vivimos indiquen lo contrario. Simplemente hagámoslo y de ahora en adelante tan solo perdona, digan lo que digan. Ríe, digan lo que digan. Baila, digan lo que digan. Da al que necesita, digan lo que digan. Visita al enfermo, digan lo que digan.
Tan solo ama, digan lo que digan!
Autor: Mario Gutierrez
Autor: Mario Gutierrez
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