¿ESTAS PREPARADO?

 
clip_image002En los últimos días han pasado algunos acontecimientos que me han puesto a meditar, es un tema que no a todos les gusta tratar y que hoy quiero compartirles. Espero que así como yo, ustedes también puedan reflexionar sobre lo que ello significa y cómo puede impactar la vida, me refiero a la muerte.
De todos es conocido la ola de violencia que se ha desatado en muchos países en los últimos tiempos, situación que se ha generado debido a múltiples razones: Control de territorio para la comercialización de droga, guerra entre pandillas, luchas por el poder político, robos, violaciones, etc. Recientemente en lo personal, viví una experiencia en la cual estuve en peligro de muerte, lo cual me ha puesto a pensar sobre lo corto que puede ser la existencia, y que las oportunidades que tenemos de vivir en gracia de Dios, en paz y armonía con nuestra familia y con los demás, puede ser muy limitada. Así mismo, ocurren muertes no por causa de la violencia, sino por los asares de la vida (como cualquiera podría decirlo). Este fin de semana me enteré de la triste noticia sobre un accidente aéreo con saldo fatal, el cual tuvo lugar en el archipiélago Juan Fernández en el país de Chile, en donde un grupo de veintiún personas, entre periodistas, funcionarios de gobierno, empresarios y miembros de la Fuerza Aérea Chilena, perdieron la vida cuando el avión en que viajaban se estrelló en el mar. Entre ellos se encuentra un famoso presentador de televisión, Felipe Camiroaga (foto anexa). Ellos realizarían un trabajo de cobertura periodística acerca de los esfuerzos de reconstrucción que la población de la isla Juan Fernández, llevaba a cabo después del devastador Tsunami que sufrieron el pasado 27 de febrero del 2010.
Cada uno de nosotros podemos encontrarnos con la muerte en cualquier momento, ya sea fuera de casa o dentro de ella, quizá a edad temprana o madura, gozando de muy buena salud y viviendo momentos de éxito. Nunca se sabe. Lo que sí es seguro, que tarde o temprano nos enfrentaremos con tan innegable encuentro. En esos momentos cuando la muerte llega de sorpresa no hay tiempo para nada, puede suceder en un abrir y cerrar de ojos. Ante esas circunstancias, la pregunta que debo formular es ¿Estás preparado? Pero que puede significar el estar preparado, ¿preparado para qué?
Me parece que a todos nos gustaría vivir por largo tiempo y sin envejecer. Tener una vida plena y saludable, ver hecho realidad todos nuestros proyectos de vida y también tener una familia, verla crecer, disfrutar de las maravillas de la naturaleza y tener paz y felicidad. Todo esto es un bonito deseo, pero sabemos que todo tiene una terminación, y lo ideal sería que todo aquello que deseemos y nos propongamos tenga un final feliz. Pero si pensamos que las cosas tiene un final sin ningún propósito, es pensar de manera errada. Todo lo que muere debe servir para dar comienzo y vida a algo nuevo. Dios lo diseñó así. Aquel que piense de manera contraria no ama la vida y no conoce a Dios. Todo en la vida tiene propósito. La vida no sería la misma si las personas que murieron en el pasado no nos hubieran dejado un legado. Que hubiera pasado si muchos científicos no hubieran sacrificado sus vidas en el pasado para procurarnos un mejor futuro, o que decir de los adelantos científicos y de los grandes inventos con los que hoy contamos y que nos han hecho la vida más fácil y práctica.
El mismo Dios sabe que todo lo que se hace en la vida tiene sentido, él mismo entregó a su único hijo a la muerte (Jn. 3:16), para que hoy tu y yo, tengamos opción a gozar de la vida eterna.
La muerte de nuestros hermanos Chilenos debe dar frutos positivos en cada uno de nosotros, no importa si eran conocidos nuestros o no, ese no es el tema. Todos ellos murieron en la realización de su trabajo, en el esfuerzo por mostrar al mundo que después de la muerte viene la vida, que después de la destrucción viene la reconstrucción, algo que los habitantes de la Isla Juan Fernández lo tienen muy claro. Jesús nos enseñó al respecto, él dijo “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto” Jn. 12:24
Hoy nos toca preguntarnos si lo que hacemos con nuestras vidas dará fruto alguno. ¿Tendrá algún valor para nuestras familias y para los demás?. Mi querido hermano, nuestro tiempo de vida es muy valioso, no lo desperdiciemos en discusiones sin sentido, en crear divisiones y peleas, no perdamos el tiempo en criticar y destruir. Mejor empleemos el tiempo en amar y unir, en construir y edificar. Que el esposo o la esposa sean fieles entre sí, que los hijos amen y respeten a sus padres, que aquellos que hemos sido llamados a servir, pongamos los dones que Dios no ha dado al servicio de los demás y no para nuestro propio beneficio.
Si tan solo fuéramos obedientes y pusiéramos en práctica las enseñanzas de Jesús nuestro Señor, las cosas serían muy diferentes. El dijo:
"Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros” Jn.13:34
"Ustedes han oído que se dijo: 'Ojo por ojo y diente por diente.' Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no le vuelvas la espalda. "Ustedes han oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo.' Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre malos y buenos, y que llueva sobre justos e injustos. Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Mt 5:38-47
Y tú, ¿Estás listo para cuando llegue el momento? ¿Tienes a Jesús? Date un chance y pídele que te perdone tus ofensas y por la omisiones de hacer el bien a los demás, acéptale como tu único salvador, ama, perdona y prepárate a gozar de la vida eterna. La buena noticia es que hasta la muerte tiene solución, Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” Jn.14:6

Que el Señor te bendiga abundantemente.

Autor: Mario Gutierrez










Nuestra mejor fragancia.

 
clip_image002Seis días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos. Allí lo invitaron a una cena. Marta servía y Lázaro estaba entre los invitados. María, pues, tomó una libra de un perfume muy caro, hecho de nardo puro, le ungió los pies a Jesús y luego se los secó con sus cabellos, mientras la casa se llenaba del olor del perfume. Jn. 12:1-3
El perfume de nardo puro era extraído de las raíces secas de la planta herbácea conocida como nardo. Este era un valioso y fragante aceite que desde el siglo I d.C, se lo importaba directamente desde la India en envases de alabastro. Era un aceite de alto costo, y según el valúo de Judas Iscariote, costaba unos 300 denarios (Jn. 12: 5). Tomemos en cuenta que un denario equivalía al salario diario de un jornalero en esa época. Si tomamos de referencia el salario diario actual de $3.82 que gana un jornalero en el sector cafetalero en El Salvador, los 300 denarios representarían $1,146 (dólares americanos).
María no escatimó en el alto valor de su perfume al derramarlo en los pies de Jesús, ella simplemente hizo lo que su corazón lleno de amor y agradecimiento le dictaba. El Señor había restaurado la vida de maría y le había vuelto la dignidad.
¿Cuántas personas hoy en día han sido restauradas por el amor y la misericordia de Dios y no pueden “derramar” tan siquiera un poco de tiempo para servir y agradar al Señor? Jesús se merece lo mejor de nuestras vidas, nuestra mejor adoración, nuestro mejor esfuerzo.
“Tributen al Señor la gloria que merece su nombre…” Sal 29:2

Que el Señor te bendiga abundantemente.

Autor: Mario Gutierrez




¿APROBADO POR DIOS?

 
clip_image002¿Cómo sabes si el pastor o sacerdote de tu iglesia es un siervo aprobado por Dios?
Dice Jesús: "Cuídense de los falsos profetas. Vienen a ustedes disfrazados de ovejas, pero por dentro son lobos feroces. Por sus frutos los conocerán. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los cardos? Del mismo modo, todo árbol bueno da fruto bueno, pero el árbol malo da fruto malo. Un árbol bueno no puede dar fruto malo, y un árbol malo no puede dar fruto bueno. Todo árbol que no da buen fruto se corta y se arroja al fuego. Así que por sus frutos los conocerán” Mat. 7:15-20
Hoy en día hay muchos que se autoproclaman “siervos de Dios”. Establecen iglesias, fundan congregaciones, piden que se les invite a participar en grupos de crecimiento y de oración solamente para “adueñarse” de ellos, todo con el ánimo de aprovecharse de la “ingenuidad” de las personas y sacar provecho para sí mismos. Entonces, ¿cómo evidenciarlos? En el libro del profeta Ezequiel encontramos los siguiente:
“El Señor me dirigió la palabra: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: ¡Ay de ustedes, pastores de Israel, que tan sólo se cuidan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no deben cuidar al rebaño? Ustedes se beben la leche, se visten con la lana, y matan las ovejas más gordas, pero no cuidan del rebaño. No fortalecen a la oveja débil, no cuidan de la enferma, ni curan a la herida; no van por la descarriada ni buscan a la perdida. Al contrario, tratan al rebaño con crueldad y violencia. Por eso las ovejas se han dispersado: ¡por falta de pastor! Por eso están a la merced de las fieras salvajes” Eze. 34:1-5
El siervo verdadero y aprobado por Dios tendrá esta actitud y características:
“Me postré a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: ¡No, cuidado! Soy un siervo como tú y como tus hermanos que se mantienen fieles al testimonio de Jesús. ¡Adora sólo a Dios! El testimonio de Jesús es el espíritu que inspira la profecía" Apo. 19:10
“Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse”. 2Ti. 2:24
“¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo” Gál. 1:10
“Ciertamente les aseguro que ningún siervo es más que su amo, y ningún mensajero es más que el que lo envió” Jn. 13:16
Pidamos al Señor que mande siervos fieles, sabios y buenos para apacentar el rebaño, porque somos un pueblo numeroso y difícil de llevar.
“Dichoso el siervo cuyo señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber” Lc.12:43
Que el Dios te bendiga abundantemente.

Autor: Mario Gutierrez

SIN MAS DE QUE HABLAR

 
clip_image002“Por tanto, no tienes excusa tú, quienquiera que seas, cuando juzgas a los demás, pues al juzgar a otros te condenas a ti mismo, ya que practicas las mismas cosas. Ahora bien, sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas se basa en la verdad. ¿Piensas entonces que vas a escapar del juicio de Dios, tú que juzgas a otros y sin embargo haces lo mismo que ellos? ¿No ves que desprecias las riquezas de la bondad de Dios, de su tolerancia y de su paciencia, al no reconocer que su bondad quiere llevarte al arrepentimiento? Pero por tu obstinación y por tu corazón empedernido sigues acumulando castigo contra ti mismo para el día de la ira, cuando Dios revelará su justo juicio. Porque Dios "pagará a cada uno según lo que haya hecho". Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e inmortalidad. Pero los que por egoísmo rechazan la verdad para aferrarse a la maldad, recibirán el gran castigo de Dios” Rm. 2: 1-8
Estamos en el tiempo de la gracia, no lo desperdicies. Hoy es un buen momento para abrirte a Él, permite que Dios tome el control de tu vida. El traerá la paz que buscas y te hará descansar en su presencia. Las bendiciones te alcanzarán y nunca te sentirás triste y vacío. El levantará tu cabeza y victoria dará a tu casa.
Busquen al Señor mientras se deje encontrar, llámenlo mientras esté cercano” Is. 55:6

Que Dios te bendiga abundantemente.

Autor: Mario Gutierrez


El Ayuno, una práctica un tanto incomprendida.

 
clip_image002En la actualidad el ayuno es un tema que no muchos conocen a profundidad, más bien, se maneja de manera superficial y su práctica se realiza de igual forma. Por lo que he podido apreciar, no todas las personas que lo practican tienen una idea muy clara al respecto, y es por ello que me he atrevido a reflexionar acerca de dicha materia.. El tema, solo en sí mismo merece muchas páginas de estudio, pero trataré de sintetizarlo de la mejor manera.
Comencemos por reconocer que el hombre es un ser carnal y un ser espiritual, es decir tiene un origen o naturaleza material y una naturaleza espiritual. Dios creó del polvo (materia) al hombre (Gn. 2:7). Dice la biblia que Dios es espíritu y si el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn. 1:26), entonces el hombre es un ser espiritual. Desde el inicio el hombre fue cautivado más por los atractivos carnales que por los espirituales.
Todos los días y a cada instante nuestro cuerpo está siendo alimentado a través de la ingesta de alimentos y de bebidas. También es alimentado a través de los sentidos, tanto por lo que vemos, por lo que oímos, lo que olemos, tocamos y sentimos.
¿Qué pasa entonces con el alimento del espíritu? ¿Cuál es la manera de nutrirlo? El cuerpo y el espíritu son opuestos, y para alimentar el espíritu, a diferencia de la carne, debemos de practicar la abstinencia, Pablo lo decía a los Gálatas: “Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais” Gál. 5:17 (B. Jer). Entonces para alimentar al espíritu necesitamos practicar la abstinencia, con ello permitimos que nuestro ser se concentre en el espíritu y no en la carne. Cuando ayunamos se deja de alimentar al cuerpo y damos paso al alimento del espíritu. Por otra parte los efectos o resultados que produce alimentar el cuerpo no son diferentes a los resultados que se logran con alimentar al espíritu, en ambos casos son similares, es decir, a través del alimento, el cuerpo adquiere los elementos esenciales para nutrirlo, y de la misma manera, el espíritu adquiere los nutrientes necesarios para fortalecerlo y desarrollarlo.
¿Cómo Ayunar?
Aunque la práctica bíblica era que durara generalmente un día (hasta el anochecer), la Biblia cita ayunos de tres días, siete días, tres semanas y cuarenta días.
Las personas ayunaban por diversas razones. Lo hacían, por ejemplo, para prepararse antes de recibir un mensaje de Dios y antes de ir a cumplir una misión especial de Dios. Pero lo hacían también con motivo de la muerte de un ser querido o para conmemorar catástrofes nacionales; y para implorar la ayuda de Dios, discernimiento o perdón.
El Ayuno En El Antiguo Testamento
La revisión detallada de textos en el Antiguo Testamento nos ofrece el siguiente cuadro:
1. La mayoría de los pasajes del precautiverio presentan el ayuno en un contexto de luto, tristeza y humillación (Juec. 20.26; 1 S 31.13; 2 S 1.12; 12.16-23).
2. Hay algunos pasajes que presentan el estado de tristeza y humillación en el contexto de la penitencia por el pecado (1 S 7.6; 1 R 21.9-27).
3. En los textos del cautiverio y especialmente en los del poscautiverio (donde se encuentran la mayoría de textos), el ayuno por lo general se presenta en el contexto de la penitencia y la humillación y como señal de conversión (Jer. 14.12; Jon 3.5; Esd. 8.23; Neh. 9.1; 2 Cr 20.3; Jl 1.14; 2.12; 2.15; Dn 9.3; Sal 35.13; 69.10; 109.24)
4. En Est 4.3 la reina pide a sus paisanos que ayunen como un acto de solidaridad. Así el pueblo haría simbólicamente lo que Ester estaba haciendo literalmente: exponiendo su vida en favor de su pueblo.
5. Llama la atención la reinterpretación profética de Is 58 y Zac 7. En ambos pasajes, lo que Dios quiere es la justicia social. Mientras que el pueblo practica el ayuno como obediencia a una exigencia ritual, el profeta coloca el ayuno en el contexto total de la vida y donde Dios quiere que tenga su contexto más feliz. En el caso de Zac 7 la pregunta que hizo el pueblo está mal hecha; el asunto no es si se celebra o no el ayuno, sino a qué acción o actitud del pueblo responde esa práctica.
Isaías presenta al ayuno como una acción de solidaridad. Con este tipo de ayuno surge la posibilidad de que las personas acomodadas y solventes experimenten lo que día a día viven los pobres y hambrientos.
En el ayuno, sugiere Is 58, el que tiene se hace vulnerable y débil y puede mirar a Dios como fuente de vida y de sustento. En el ayuno, el rico aprende a ser pobre en espíritu; y el pobre imparte al rico la actitud de humilde espera delante de Dios. Podríamos decir que toda acción litúrgica o cultual apunta al bien del ser humano y a la gloria de Dios (véase Mc 12.28-34).
6. Hay dos casos, semejantes al de Jesús, en los que Moisés (Éx 34.28 ) y Elías (1 R 19.8) ayunan durante cuarenta días, en el desierto.
El Ayuno En El Judaísmo
La ley de Moisés específicamente mandó ayunar en el DÍA DE EXPIACIÓN. Esto llevó a que el día se conociera también como "día del ayuno" (Jer 36.6) o "el ayuno" Hechos 27.9. Después del cautiverio se establecieron intervalos regulares para la celebración del ayuno. Según Zac 8.19, en el cuarto, en el quinto, en el séptimo y en el décimo mes habría de observarse otros cuatro ayunos que recordaban desastres en la historia de los judíos. Y está también el ayuno antes de la celebración del Purim, que se instituyó en los días de Ester (Est 9.31).
El Ayuno En El Nuevo Testamento
El ayuno se menciona también en el Nuevo Testamento. Los judíos devotos ayunaban (Hch 27.9). Algunos ayunaban los lunes y los jueves (Lc 18.12). Otros, como Ana, que servía a Dios en el templo con "ayunos y oraciones" (Lc 2.37), lo hacían más a menudo. Los discípulos de Juan el Bautista ayunaban (Mc 2.18). Jesucristo ayunó cuarenta días y cuarenta noches antes de la tentación (Mt 3.2). Asimismo, se menciona el ayuno de Cornelio (Hch 10.30), de los cristianos de Antioquía (Hch 13.2-3), de Pablo y Bernabé (Hch 14.23), y se registra la recomendación de Pablo a los matrimonios (1 Co 7.5).
Algunos opinan que pasajes como Mt 17.21, Mc 9.29, Hch 10.30 y 1 Co 7.5 no deben tomarse en cuenta porque no se encuentran en los manuscritos más antiguos, pero la existencia de estos versículos en muchos manuscritos demuestra por lo menos que la iglesia primitiva creía en el valor del ayuno.
Jesús no canceló la práctica, pero pidió que sus seguidores lo hicieran con la mirada fija en Dios, no en los hombres (Mt 6.16-18).
Mi querido hermano, espero que de hoy en adelante puedas practicar el ayuno con una conciencia de lo que esto significa y no solo por hacerlo, o lo que es peor, como muchos, que solo lo toman como una moda o bien como un medio para mantener la figura.

Que Dios te bendiga abundantemente.

Autor: Mario Gutierrez

CLAVE PARA SER UN TRABAJADOR EXITOSO



Muchos se preguntan que pueden hacer para convertirse en trabajadores de éxito. Es muy cierto que la preparación es de suma importancia, porque entre más capacitada se encuentre la persona mejores oportunidades tendrá de encontrar un buen empleo o de superarse dentro de la empresa para la cual trabaja. 

Pero ¿te has fijado que existen personas con experiencia, de amplios conocimientos y muy bien calificadas para desempeñarse en cualquier puesto, pero nunca llegan a prosperar, o lo que es peor, fracasan? 

Aquí hay una buena respuesta a esta interrogante: Es muy probable que aquellos que perdieron sus trabajos o no han logrado alcanzar el éxito, no conocen ni y mucho menos, ponen en practica el siguiente texto bíblico: 

“Esclavos, obedezcan a sus amos terrenales con respeto y temor, y con integridad de corazón, como a Cristo. No lo hagan sólo cuando los estén mirando, como los que quieren ganarse el favor humano, sino como esclavos de Cristo, haciendo de todo corazón la voluntad de Dios. Sirvan de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, sabiendo que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre”. Efe 6:5-8. 

Pide al Señor la sabiduría que necesitas para practicar el servicio y la obediencia con sinceridad y convicción dentro de tu trabajo, dando con ello honra y gloria a Dios en todo tiempo y verás que todo cambiará a favor tuyo y los que trabajan contigo sentirán orgullo de tenerte por compañero y colaborador. 

Que el Señor te bendiga abundantemente.

Autor: Mario Gutierrez



ESCUADRILLA AEREA- TRABAJO EN EQUIPO



Escuadrilla aérea. Trabajo en Equipo.

Recibe el nombre de Escuadrilla al grupo de aeronaves de un determinado tamaño que contiene entre 2 a 4 elementos de vuelo. Entiéndase por elemento de vuelo aquel que se compone de entre 2 y 4 aeronaves. En otras palabras podemos decir que la Escuadrilla puede llegar a formarse hasta con 16 aeronaves. Así mismo podemos hablar de un escuadrón el cual se compone de entre 2 y 4 escuadrillas. El objetivo de establecer este orden jerárquico de unidades es para calcular la magnitud de fuerza que se va a emplear en una misión de vuelo. Es aquí en donde encontramos el valor y el significado del vuelo conjunto. Un ataque en grupo es mucho más contundente que un ataque realizado individualmente. Con este tipo de fuerza en el ataque se logra cubrir más terreno y mayor continuidad en su accionar.

            La Biblia nos da ejemplos de personas que lograron trabajar en equipo y combatir al enemigo, ganando la batalla. Son personas que supieron unir sus fuerzas y combinar sus habilidades logrando con ello una mayor efectividad en su defensa y ataque contra las asechanzas del enemigo. Comencemos con un ejemplo sencillo y práctico de entender.

            En el evangelio de Marcos, capítulo 2 versículos 3 al 12dice: “Y mientras Jesús les anunciaba la Palabra, cuatro hombres le trajeron un paralítico que llevaban tendido en una camilla. Como no podían acercarlo a Jesús a causa de la multitud, levantaron el techo donde él estaba y por el boquete bajaron al enfermo en su camilla.
            Al ver la fe de aquella gente, Jesús dijo al paralítico:
            Hijo, se te perdonan tus pecados—.
            Estaban allí sentados algunos maestros de la Ley, y pensaron en su interior: ¿Cómo puede decir eso? Realmente se burla de Dios. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?
            Pero Jesús supo en su espíritu lo que ellos estaban pensando, y les dijo:
            — ¿Por qué piensan así?  ¿Qué es más fácil decir a este paralítico: Se te perdonan tus pecados, o decir: Levántate, toma tu camilla y anda? Pues ahora ustedes sabrán que el Hijo del Hombre tiene en la tierra poder para perdonar pecados—.
            Y dijo al paralítico:
            —Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa—.
            El hombre se levantó, y ante los ojos de toda la gente, cargó con su camilla y se fue.
            La gente quedó asombrada, y todos glorificaban a Dios diciendo:
            —Nunca hemos visto nada parecido—“.

Comencemos por notar algunas situaciones que la Biblia no menciona, pero que sí podemos inferir, por la escena que está sucediendo en la narración anterior. Imaginamos la situación: la Biblia dice que cuatro hombres aparecieron llevando a un paralítico en una camilla. No se especifica si este hombre tenía una parálisis parcial o completa, lo único que sabemos es que para poderlo transportarlo era necesario una camilla. Tampoco sabemos cuánto tiempo tenía de estar paralítico, pero lo que sí es seguro que la vida para ese hombre no era nada grata. En ese tiempo, para una persona en tales condiciones era muy difícil poder desenvolverse, pues había mucha marginación, incluso, algunos creían que la condición de estas personas era un castigo de Dios por sus pecados y hasta los podían considerar que estaban “malditos”. Estas personas, como ese hombre, no podían trabajar, ni ser independientes, tenían que subsistir de la limosna y de la ayuda de otros que se compadecían de ellos. Tampoco la Biblia no nos dice si este hombre tenía una familia. En fin, debo suponer que la situación de vida para él era caótica y miserable.


Pero llegó un momento en la vida de ese hombre en la cual hubo unas personas que se encontraron con él y pusieron la mirada en su necesidad. En lo personal quiero creer que no fueron los cuatro hombres que simultáneamente se encontraron con el paralítico, fue un proceso gradual para que todos compadecieran, es probable que el primero de ellos que tuvo el encuentro motivara al resto. Esta primera persona al ver la condición del paralítico ideó algún plan para ayudarle y por lo cual llamó a otro que quizá pasaba por el lugar. De la misma manera fueron llamados los otros dos. Quizá alguno de esos cuatro hombres, conociera a Jesús o al menos tenía que haber escuchado hablar de él. Recordemos que al Señor le seguían grandes muchedumbres y se conducía por muchos lugares predicando acerca del Reino, predicaba la paz, el amor, el perdón y hacía milagros expulsando demonios y sanando a los enfermos. Pienso que otro de los cuatro tuvo la idea que para llevar al paralítico, era más fácil hacerlo en una camilla y propuso construirla para transportarlo. A lo mejor otro de ellos planificaría la ruta por donde deberían irse para encontrase a Jesús, y el otro llevaría alimentos y agua para el camino. ¿Te das cuenta? los roles de cada uno de esos cuatro hombres eran muy diferentes pero complementarios. La situación quizá pudo haber sido de otra manera, pero lo que sí es seguro, que cada uno de esos cuatro hombres jugó un papel importante para cumplir el propósito de ayudar al paralítico, ellos sabían que no podían sanarle, pero si podían colaborar y hacer todo lo posible para llevarlo ante Jesús quien si tenía el poder para hacerlo. En resumen podemos enumerar la labor de los cuatro:
Se encuentran con el paralítico. Tuvieron un encuentro con su Misión.
Se dieron cuenta que el hombre estaba enfermo, sabían que estaba paralítico y por tanto necesitado. Tuvieron percepción y consciencia de la situación de aquel hombre.
Tuvieron compasión por su situación. Se solidarizaron con él.
Sabían que tenían que hacer algo para cambiar la situación del paralítico. Sintieron el llamado.
Estos hombres conocían a Jesús o probablemente habían oído hablar de él. Sabían que él era la respuesta que necesitaban.
Decidieron llevarle a Jesús. Tomaron acción.
Al hacerlo, se toparon con una multitud y se dieron cuenta que no iba a ser nada fácil cumplir con lo que se habían propuesto, a pesar de ello, idearon otro plan y lo subieron por el techo de la casa. Fueron sabios y perseverantes.
Abrieron un orificio en el techo hasta crear un espacio por donde lo pudieran bajar. Trabajaron en Equipo.
Al bajarlo lo colocaron en medio de la gente, delante de Jesús. “Dieron en el blanco” cumplieron con el objetivo.
El ejemplo de estos hombres nos muestra como el trabajo en equipo es de gran valor y fortaleza en la vida del ser humano. No podemos ayudar a los demás sin contar con la ayuda de otros. Ellos descubrieron que juntos tenían fuerza. Que hubiera pasado si uno de ellos hubiera dado marcha atrás. Es probable que la labor para tres hubiera sido difícil o quizá no se hubiera podido llevar a buen fin su propósito. Es aquí donde vemos la importancia de la unidad y del trabajo conjunto, así como las Escuadrillas aéreas tienen el propósito de crear fuerza en el ataque, así nosotros, debemos unir nuestro accionar contra las asechanzas y planes del enemigo. Al paralítico, el enemigo lo tenía atado y limitado, pero la sabiduría y la unidad de los cuatro pudieron más. Jesús admiró esa labor de unidad a tal grado que dio una respuesta positiva a las intensiones de ellos, dando sanidad interior y sanidad física al paralítico, eliminando las ataduras de pecado y de enfermedad que lo esclavizaban. Si esos cuatro hombres no hubieran hecho su labor con seguridad el paralítico hubiera seguido igual, limitado y pidiendo limosna. Quizá habría muerto en la misma situación, pasando desapercibido para muchos. Es más, este suceso, nunca se hubiera escrito en la Biblia.
En la vida del cristiano debe existir la práctica constante de realizar trabajos conjuntos, en equipo con otras personas. Necesitamos contar con las habilidades de los demás porque complementan las nuestras. Cada uno de nosotros tiene una función específica en esta vida y cada uno depende de otro para realizarla. Pablo lo dice muy claro en la carta a los romanos: “Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás” (Rm. 12:4-5). Muchos de los problemas que existen hoy en día en las iglesias se podrían evitar si tuviéramos consciencia de estas palabras. En la actualidad la situación de fronteras y divisiones entre los miembros de nuestras congregaciones son de mucha preocupación. El recelo, la auto-dependencia, la crítica y el menosprecio están golpeando fuertemente la unidad que Cristo estableció. Es imperativo que todo cristiano mantenga siempre en mente que solo el amor, la tolerancia y la aceptación de los demás, junto con el reconocimiento de sus habilidades, podrán dar marcha atrás a las deserciones de los miembros de las iglesias y también eliminar los desencantos causados por nosotros mismos.
La práctica constante de la unidad será un detonante de admiración de aquellos que se mantienen expectantes y se convertirá en un atractivo natural que permitirá un crecimiento favorable y sano de la iglesia de Cristo. Pablo lo dice muy claro en la primera carta a los Corintios: “Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para constituir un solo cuerpo, ya seamos judíos o gentiles, esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Ahora bien, el cuerpo no consta de un solo miembro sino de muchos. Si el pie dijera: “Como no soy mano, no soy del cuerpo", no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. Y si la oreja dijera: “Como no soy ojo, no soy del cuerpo", no por eso dejaría de ser parte del cuerpo. Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo el cuerpo fuera oído, ¿qué sería del olfato? En realidad, Dios colocó cada miembro del cuerpo como mejor le pareció. Si todos ellos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? Lo cierto es que hay muchos miembros, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decirle a la mano: “No te necesito." Ni puede la cabeza decirles a los pies: “No los necesito." Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles son indispensables, y a los que nos parecen menos honrosos los tratamos con honra especial. Y se les trata con especial modestia a los miembros que nos parecen menos presentables, mientras que los más presentables no requieren trato especial. Así Dios ha dispuesto los miembros de nuestro cuerpo, dando mayor honra a los que menos tenían, a fin de que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros. Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él. Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo.
En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diversas lenguas. ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos dones para sanar enfermos? ¿Hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos? Ustedes, por su parte, ambicionen los mejores dones”. (1ª Co. 12: 13-31).
Quizá algún día veremos a las diferentes iglesias que creen en Jesús, unidas en un solo sentir, en un solo espíritu. Dios nos de la sabiduría y la misericordia que necesitamos como miembros individuales de su cuerpo para reconocer con humildad que todos somos iguales ante Dios y que todos nos necesitamos.

Autor: Mario Gutierrez

El Bonsái y la Palabra de Dios

 
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Recientemente tuve la oportunidad de visitar la casa de unos amigos y al recorrerla me llamó mucho la atención que en su jardín, existe gran variedad de arboles Bonsái. Nunca había tenido la oportunidad de mirar con detenimiento estos hermosos arbolitos. Mi amigo Marco, dueño de la casa, me explicaba acerca de la técnica, tiempo y la paciencia que deben ponerse en práctica para cultivar este arte.


Indagando un poco al respecto encontré lo siguiente: Bonsái es una palabra japonesa que significa literalmente bon = bandeja + sai = naturaleza (aunque etimológicamente procede del término chino penjing o penzai, que significa pén = bandeja + zāi = cultivar) y consiste en el arte de cultivar árboles y plantas, reduciendo su tamaño mediante técnicas, como el trasplante, la poda,, el alambrado, el pinzado, etc., y modelando su forma para crear un estilo que nos recuerde una escena de la naturaleza. El arte del bonsái se originó en China hace unos dos mil años, como objeto de culto para los monjes taoístas. Para ellos era símbolo de eternidad, el árbol representaba un puente entre lo divino y lo humano, el cielo y la tierra. Durante siglos la posesión y el cuidado de los bonsáis estuvo ligado a los nobles y a las personas de la alta sociedad. Según la tradición, aquellos que podían conservar un árbol en maceta tenían asegurada la eternidad. Así fue como los monjes disponían los árboles pequeños en vasijas a lo largo de las escaleras de los templos y hasta eran fuente de culto.


Te preguntarás que tiene que ver el arte del Bonsái con la palabra de Dios. Aquí está a respuesta. Mientras Marco, mi amigo, me explicaba sobre dicha práctica, mi mente iba sacando analogías respecto al cultivo de la palabra de Dios. Para practicar el arte del Bonsái se requiere: Primero, que te atraiga; segundo, que tengas paciencia y estés dispuesto a invertir tiempo en ello; y tercero, que sigas las instrucciones al pie de la letra para tener éxito en el cultivo. Pues eso, precisamente, es lo mismo que tú necesitas para cultivar la palabra de Dios en tu vida. Una cosa es que tengas una Biblia en casa y la leas, solo por hacerlo, y otra cosa, es que en verdad quieras profundizar en ella y sacar lo mejor de si para tu vida.


Así como el Bonsái era símbolo de eternidad para esos monjes taoístas, así debe ser para nosotros el cultivo de la Palabra. La palabra de Dios debe ser nuestra vida y nuestra eternidad. “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. Jn. 5:24


La maceta en la que se siembra el pequeño árbol, debe ser para ti y para mí, la mente, el alma y el espíritu, es decir: todo tu ser. Si logras “sembrar” la Palabra en ti, aprenderás a vivir y alcanzarás eternidad.


El cuidado del Bonsái requiere de un cuidado especial como lo es la poda, alambrado (para dar forma), abono y riego. El cultivo de la Palabra requiere que constantemente podes de tu mente todo aquello que estorba su crecimiento y que distorsionar el significado de la misma. Requiere “alambrarla” en otras palabras, mantener la dirección en la cual ella te quiere conducir. Necesitas “abonarla” y “regarla”, es decir, ayunar, orar, permitiendo que la unción del Espíritu te abra la mente para que puedas entenderla.


La arte del Bonsái, recompensa al que lo practica, ya que le proporciona satisfacción. La Palabra de Dios, nos proporciona la salvación y luz: “Envió su palabra, y los sanó, y los libró de su ruina”. Sal 107:20. “Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino”. Sal 119:105


El que atiende a la palabra, prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor! Pro 16:20 .


Autor: Mario Gutierrez

PENSAMIENTOS Y DESEOS





Quiero comenzar este tema sobre la base que todos sabemos que como hijos renovados y redimidos por la sangre de nuestro Señor, estamos llamados a ser cada vez más espirituales y menos carnales y por el hecho de ese llamamiento es que no debemos descuidar la oración y el ayuno, no solo para matar la carne sino para fortalecernos espiritualmente y reprender los ataques a los cuales nos vemos sometidos. “porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra malicias espirituales en las alturas” (Ef. 6, 12). Quiérase o no, estamos inmersos en un mundo espiritual. En este mundo espiritual encontramos el espíritu humano, el espíritu maligno y el Espíritu Santo de Dios “Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, este no es de Él” (Rm8, 9) 

Muchas de las formas en que este mundo espiritual se comunica con nosotros son a través de visiones y sueños, estos a su vez se convierten en pensamientos y deseos. Dios obra mediante las leyes de la mente, y puede usar causas secundarias. Los sueños, por ejemplo, pueden influir en la vida espiritual de las personas. El sueño desmoralizó al enemigo y alentó a Gedeón. (Jue_7:13). El sueño de la mujer de Pilato tuvo (Mt 27.19). Cuando la revelación no era aún completa Dios dio, en ocasiones, mediante sueños, instrucciones o mensajes proféticos a los suyos e incluso a personas que no lo conocían. Estos sueños parecen haber llevado consigo las marcas de su origen divino. Dios habló de esta manera: a Abimelec (Gn 20.3); a Jacob (Gn 28.12; 31.10); a Labán (Gn31:24); a José (Gn 37.5, 9, 10, 20); al copero y al panadero de Faraón (Gn 40.5); al mismo Faraón (Gen_41:7, 15, 25, 26); a Salomón (1Ki_3:5); a Nabucodonosor (Dan_2:1, 4, 36; 4:1, 2); a Daniel (Dn 7.1); a José, el prometido de María (Mt 1.20); a los magos (Mt 2.12). El poder de interpretar de manera precisa los sueños proféticos fue otorgado a ciertos personas: A José (Gn 41.16), a Daniel (Dn 2. 25-28, 47). Por tanto debemos tener mucho cuidado, ya que muchos de nuestros visiones y sueños que a la vez se pueden transformar en deseos pueden venir, no necesariamente, del Espíritu Santo.

Pero como podemos hacer para distinguir el origen de nuestros pensamientos y deseos. Me parece que pudiéramos resumirlo en cuatro pasos:
Debemos practicar la oración y el ayuno para conocer el pensamiento y deseo de Dios en nuestra vida o servicio. “Volví mi mirada hacia el Señor Dios para invocarlo en la oración y suplicarle por medio del ayuno, la penitencia y la ceniza”. (Dan 9,3) 
Lo segundo sería esperar en el Señor y ver que es lo que pasa. “Todo lo que él hace llega a su tiempo; pero ha puesto la eternidad en sus corazones, y el hombre no encuentra el sentido de la obra divina desde el principio al fin” (Ecc. 3, 11). Si el pensamiento o deseo es humano o del maligno, desaparecerán, pero si es de Dios, se harán cada vez más fuerte y real. 
También debemos confrontarlos con la Biblia, para verificar que no exista contradicción alguna con la Palabra de Dios. Aquí encontraremos crecimiento y respuesta. En efecto, la palabra de Dios es viva y eficaz, más penetrante que espada de doble filo, y penetra hasta donde se dividen el alma y el espíritu, los huesos y los tuétanos, haciendo un discernimiento de los deseos y los pensamientos más íntimos” (Heb 4,12) 
Debemos pedirle al Señor que nos lo confirme. “Pide a Yahvé, tu Dios, una señal, aunque sea en las profundidades del lugar oscuro o en las alturas del cielo” (Isa 7:11). Dios siempre lo confirmará. 

Satanás también conoce las escrituras y también puede infundir pensamientos y deseos en nosotros, pero no puede luchar ante una fe que viene dada por Dios, esta fe debemos conseguirla no solo por el conocimiento de Dios sino que por escuchar su Palabra y permitir que ésta transforme nuestra vida, nuestro servicio y nuestro ambiente y que cada día podamos dar testimonio de ello. Pero no solo se trata de escuchar y o leer su palabra se trata en verdad de “escuchar” cada palabra, profundizar en su significado. Es por ello que el transcurso de esta reflexión les he subrayado frases de la escritura que considero encierran una enseñanza profunda y un significado que va más allá de lo que aparenta. <por eso se hace necesario que le pidan al ES que les de la sabiduría necesaria para ello>

Por lo tanto debemos poner en práctica estos pasos para conocer cuales pensamientos y deseos vienen de Dios y no de los hombres. Todos: Sacerdotes, religiosos, Pastores y laicos, somos humanos y por tanto imperfectos, a pesar de esto, Dios nos utiliza a través de su ES, pero debemos a prender a distinguir cuando Dios habla a través de alguno de estos siervos y no los siervos hablando por Dios, adjudicando que “Son los deseos de Dios…” o “esto dice el Señor” o “el Señor quiere…”. Porque los mensajes pueden ser dados por simples “caprichos” humanos.

“No he encontrado más que estupidez en los profetas de Samaria: profetizaron en nombre de Baal y extraviaron a mi pueblo Israel. Luego vi cosas horrorosas en los profetas de Jerusalén: adulterio, apego a la mentira. Apoyan a los perversos de tal manera, que nadie se arrepiente de su maldad. Para mí son todos ellos como Sodoma, y los habitantes son como los de Gomorra. Esta es, por tanto, la sentencia de Yahvé de los Ejércitos sobre estos profetas: Les daré como comida ajenjo, y como bebida agua envenenada, porque a partir de los profetas de Jerusalén la corrupción ha cundido por todo el país. Esto dice Yahvé: No escuchen las palabras de estos profetas que profetizan para ustedes, porque los engañan contándoles las visiones de su propia imaginación y no lo que sale de la boca de Yahvé. A aquellos que desprecian la palabra de Yahvé les aseguran "que tendrán paz", y a todos los que siguen los caprichos de su corazón, "que ninguna desgracia les va a suceder". Pero, ¿quién de ellos ha asistido a una reunión con Yahvé? ¿Quién ha visto y oído su palabra? ¿Quién se ha fijado en sus palabras para transmitirlas? El temporal de Yahvé estalla, una tempestad se desencadena y se precipita sobre las cabezas de los impíos. Es la cólera de Yahvé que no se calmará hasta que no haya cumplido y realizado el propósito de su corazón. Después entenderán ustedes todo esto claramente. Yo no mandé a estos profetas ¡y vinieron corriendo! Tampoco les hablé y se pusieron a profetizar.¿Acaso asistieron a alguna reunión conmigo? ¡Entonces, que transmitan mis palabras a mi pueblo, que lo hagan volverse de su mal camino y de sus obras perversas!¿Soy yo un Dios sólo de cerca?, dice Yahvé, ¿no soy Dios también de lejos?¿O puede un hombre ocultarse en un escondite sin que yo lo vea?, dice Yahvé. El cielo y la tierra, ¿no los lleno yo?, dice Yahvé. Me he puesto a escuchar lo que dicen los profetas que profetizan en mi nombre falsamente; sus palabras son: "¡He tenido un sueño, he tenido un sueño!" ¿Hasta cuándo habrá, entre los profetas, profetas de mentira que profetizan falsamente y que cuentan lo que han inventado? Pretenden, con los sueños que unos a otros se cuentan, hacer olvidar mi Nombre a mi pueblo, como sus padres se olvidaron de mi Nombre por seguir a Baal. (Jer 23:13)


En conclusión, aprendamos pues a reconocer cuando habla el Espíritu de Dios “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios. "Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: Abba Padre. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios" (Rm 8, 14-16).

Si un mensaje, profecía, instrucción o consejo te hace sentir:

1. Esclavizado, no viene de Dios, Jesús vino a dar libertad a los cautivos.

2. Si te quieren alejar de Dios, es falso. El Espíritu Santo es unidad.

3. Si te quita el "alimento", no es del Señor. Cristo dijo Yo soy el Pan de vida.

4. Si te quita el "crecimiento", no viene de Dios, ¡Bendito el que confía en Yahvé, y que en él pone su esperanza! Se asemeja a un árbol plantado a la orilla del agua, y que alarga sus raíces hacia la corriente…

Que Dios te bendiga abundanetmente.

Autor: Mario Gutierrez

EN BUSCA DE LA AUTENTICIDAD



Para lograr que nuestra vida sea una experiencia única es necesario tener una visión sin defectos y que ésta sea lo suficientemente amplia. Esto se logra quitando los “estorbos mentales” que impiden dicha visión. Debemos lograr una visión 20/20 y rediseñar el parabrisas de nuestra vida, sin parámetros que distorsionen esa visión. Es decir, que no existan prejuicios y preconcepciones para aprender las enseñanzas de Dios. Las cosas del Espíritu debemos aprender a verlas y recibirlas como niños.


Me encanta ver a los niños. Un niño disfruta de las cosas que le rodean. No tiene parámetros que le impidan o que lo limiten en su descubrimiento del mundo que les rodea. Su “mundo” no está viciado ni contaminado. No existe la discriminación ni la duda y tampoco el miedo, eso se lo proyectamos y se lo enseñamos los adultos de acuerdo a lo que hemos aprendido en la vida. La inocencia de los niños es la que agrada a Dios. “Le traían también niños pequeñitos para que los tocara, pero los discípulos empezaron a reprender a esas personas. Jesús pidió que se los trajeran, diciendo: "Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. En verdad les digo que el que no reciba el Reino de Dios como un niño no entrará en él." (Lc. 18:15 -17).


La inocencia la podemos definir como un estado de desconocimiento, donde se da una menor experiencia en comparación relativa a las experiencias sociales aprendidas, o bien, por una comparación absoluta a una escala normativa en el conocimiento y actuación de las personas. En otras palabras la inocencia es una vida sin contaminación ni influencias de ningún tipo. Es por ello que Jesús diría que debemos recibir su Reino como un niño, sin críticas, sin objeciones y sin limitaciones. Recibir la enseñanza de Dios con inocencia no es recibirla con ignorancia. En contraste con la ignorancia, la inocencia se toma generalmente como un término positivo, aduciendo que la carencia de conocimiento proviene de una carencia de maldad. Entonces la gente que carece de capacidad mental de entender la naturaleza de sus actos puede ser considerado inocente sin importar su comportamiento. De este significado viene el término inocente para referirse a un niño de corta edad carente de razón.


Puesto que la experiencia es el primer factor para la determinación del punto de vista de una persona, la inocencia a menudo también se utiliza para implicar una ignorancia o carencia de experiencia personal. Siendo esto así podemos comprender que es en la inocencia en donde El Espíritu Santo actúa con mayor libertad en las personas y es así como él comienza a realizar sin mayor obstáculo su obra transformadora. Cuando nosotros actuamos como niños en las cosas de Dios, facilitamos esa bendita labor del Espíritu. Pero cuando actuamos cuestionando y criticando como adultos basados en conocimientos humanos, posiciones empíricas y experiencias de otros, obstaculizamos la actuación del Espíritu y lo que él tiene para nosotros. El Espíritu quiere que seamos ciudadanos del Reino y que habitemos en él como seres libres para que lo gocemos y lo disfrutemos. Jesús enseño una gran verdad a sus discípulos a cerca de esto mismo: “En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?" Jesús llamó a un niñito, lo colocó en medio de los discípulos, y declaró: En verdad les digo: si no cambian y no llegan a ser como niños, nunca entrarán en el Reino de los Cielos. El que se haga pequeño como este niño, ése será el más grande en el Reino de los Cielos. Y el que recibe en mi nombre a un niño como éste, a mí me recibe. Al que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, mejor le sería que le amarraran al cuello una gran piedra de moler y que lo hundieran en lo más profundo del mar. ¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Tiene que haber escándalos, pero, ¡ay del que causa el escándalo!” (Mat 18:1-7).

Jesús quiere que seamos como niños para alcanzar la plenitud. Y da una advertencia muy seria para aquellos que contaminan la inocencia espiritual con la cual fuimos creados. Es por ello que necesitamos anhelar la enseñanza pura de Dios para descontaminarnos de los conocimientos insanos adquiridos y de las experiencias nocivas vividas. Ya lo dice la Biblia en 1ª Pe. 2.2: “Como niños recién nacidos, busquen la leche no adulterada de la Palabra; gracias a ella crecerán y alcanzarán la plenitud”.

Es necesario que en el conocimiento de Dios seamos como niños prestos en aprender, pero ante las situaciones que amenacen nuestra libertad espiritual y nos impidan alzar el vuelo de nuestra vida, debemos ser como adultos maduros, responsables y serios para defender esa libertad y podamos volar hacia nuestro creador.“Hasta que todos alcancemos la unidad en la fe y el conocimiento del Hijo de Dios y lleguemos a ser el Hombre perfecto, con esa madurez que no es menos que la plenitud de Cristo. Entonces no seremos ya niños a los que mueve cualquier oleaje o viento de doctrina o cualquier invento de personas astutas, expertas en el arte de engañar. Estaremos en la verdad y el amor, e iremos creciendo cada vez más para alcanzar a aquel que es la cabeza, Cristo. (Ef. 4:13-15).


Que Dios te bendiga abundantemente.


Autor: Mario Gutierrez

El Simulador de Vuelo

 
Simulador de vueloUn simulador de vuelo es un sistemaque intenta replicar o simular la experiencia de volar una aeronave de la forma más precisa y realista posible. Los simuladores de vuelo son muy utilizados para el entrenamiento de pilotos en la industria de la aviación para el entrenamiento de pilotos militares para simulación de desastres o fallas en vuelo y para el desarrollo de aeronaves.
Dios también ha creado un simulador de vuelo. Este simulador tiene el propósito de entrenarte para la vida mediante sueños y visiones. Es aquí en donde el hombre tiene un encuentro con su propósito y su misión. Los sueños y las visiones son los métodos que el Señor ha empleado para comunicarse con sus hijos y con sus profetas. Al igual que un piloto es entrenado dentro de un simulador para realizar prácticas y familiarizarse con la aeronave, de la misma manera el hombre es preparado por Dios para su destino. Uno de los hombres que pasó por la experiencia de un simulador de vuelos fue José, cuya vida está narrada en el primer libro de la Biblia, el Génesis. José tuvo sueños en donde veía el futuro que Dios tenía reservado para él.

—Miren, les dijo, el sueño que he tenido —
—Estábamos nosotros atando gavillas en medio del campo, cuando sucedió que mi gavilla se levantaba y permanecía derecha. Entonces las gavillas de ustedes la rodearon y se postraron ante la mía—
Sus hermanos le dijeron:
— ¿Eso quiere decir acaso que tú vas a reinar sobre nosotros, o que vas a mandarnos? — (Gn. 37:6-8).
Tuvo José todavía otro sueño:
—Tuve otro sueño; esta vez el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí —
Su padre, que también lo escuchaba, lo reprendió y le dijo:
— ¿Qué sueño es ese que has tenido? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos tendremos que inclinarnos ante ti?— (Gn. 37:9-10).

Y José llegó a ser el principal en Egipto después del faraón. Libró a Egipto de siete años de una gran sequía y con su sabiduría alimentó a multitudes, incluyendo a su propia familia.  Los sueños que Dios le dio a José se cumplieron. Dios le mostró a través de ellos cual era su destino, no solo sus hermanos se tuvieron que inclinar ante él, lo hicieron muchos que llegaban a implorarle su ayuda.
Y tu que sueñas? Si Dios te ha dado un sueño, El se encargará de proporcionarte todos los recursos y los medios para que se haga una realidad.

Dios te bendiga abundantemente.

Autor: Mario Gutierrez